El solomillo es una pieza muy versátil, aunque al hornearlo el punto de cocción es crucial para conseguir una pieza jugosa y tierna.
Comenzamos marcando la pieza a fuego fuerte para sellar la carne y luego practicamos una incisión y la rellenamos de frutas secas dulces que combinan maravillosamente con el sabor intenso del cerdo. Los jugos de cocción de la carne y la fruta se mezclan con el queso fundido y nos aportan una explosión de matices y texturas. Una manera distinta y sencilla de preparar un reconfortante asado.
Ingredientes (para 2 personas)
- 1 solomillo de cerdo
- 1 cucharada de aceite
- 50 g de dátiles sin hueso
- 50 g de ciruelas pasas deshuesadas
- 100 g de queso rallado
- Sal
- Pimienta
Preparación
- Precalentar el horno a 180 ºC
- En una plancha caliente vertemos una cucharada de aceite de oliva. Sellamos el solomillo de cerdo por todas sus caras hasta que quede bien dorado.
- Salpimentamos generosamente la pieza de carne.
Cortamos la pieza longitudinalmente sin llegar hasta el fondo para que nos quede abierto como un libro.
- Rellenamos la carne con el queso rallado y los dátiles deshuesados y abiertos.
- Terminamos de rellenar el solomillo con las ciruelas pasas sin hueso y cubrimos de nuevo con queso rallado.
- Horneamos durante 15 minutos y dejamos reposar 10 minutos antes de servir.
Un truco
Rellena el solomillo con otras frutas secas como orejones, manzana o mango. Déjalo enfriar y sírvelo cortado frío como fiambre.
Vía: Vanitatis